Seguimos con el cambio de armario. En el post de la semana pasada de cómo hacer el cambio de armario en dos tardes veíamos que lo primero era clasificar la ropa que íbamos a guardar entre la que íbamos mantener y la ropa que NO íbamos a mantener porque ya no está en buen estado, no me vale ya o porque simplemente por cualquier otra razón no me gusta y al final no me la pongo.
Cualquiera que sea el motivo, podemos darle otra vida a la ropa con la que no queremos contar. Poco a poco vamos desterrando la cultura de usar y tirar que no es nada cuidadosa con el medioambiente y francamente no tiene ningún sentido porque fomenta que no apreciemos y cuidemos las cosas.
Según Intermon Oxfam, si damos una segunda vida a la ropa ayudamos muchísimos al medioambiente porque al reciclar ropa:
- Reducimos la emisión de gases a la atmósfera: Porque al final, en el proceso de producción, se general gases de efecto invernadero, que como sabemos son los principales responsables del calentamiento global.
- Disminuimos el vertido de aguas residuales: La producción textil, además, genera un alto volumen de aguas residuales, lo cual no sólo implica un mayor consumo del agua sino también el riesgo de contaminación.
- Evitamos el cultivo excesivo de textiles y la producción desmedida de estos:
Si compramos más y más ropa y si simplemente tiramos la que tenemos, fomentamos indirectamente el cultivo de materiales como el algodón, el lino o el cáñamo y, del mismo modo, el uso excesivo de los suelos. - Reducimos el uso de fertilizantes y sustancias químicas: Mucha de la ropa que compramos pasa por una serie de procesos antes de llegar a tus manos. En casi todos se han usado productos químicos y fertilizantes que, empleados en grandes cantidades, provocan un daño medioambiental serio.
Tenemos muchas alternativas para darle una segunda vida a nuestra ropa. Para la que está en buenas condiciones, regalarla, donarla o venderla. Para la que ya no está muy bien, reciclarla.