Menudo comienzo de año. Ha venido Filomena y ha teñido de blanco gran parte de España. Madrid está espectacular. Es increíble pensar que en solo unos meses hemos vivido dos vistas de la ciudad insólitas. Durante el confinamiento, un Madrid totalmente vacío, sin coches ni gente. Y ahora, un Madrid polar precioso, que nos hace alargar unos días más la este año sí blanca Navidad.
Yo no puedo parar de mirar por la ventana. Nuestros hijos, sobre todo los que son más pequeños, se pensarán que esto es lo normal. Esta ciudad tan sumamente cambiante y de extremos. Pero no, son imágenes extraordinarias y únicas para todos.
Ya lleva más de un día entero sin parar de nevar y los ventisqueros de más de un metro de altura se acumulan entre los coches. Nos han pedido que nos quedemos en casa, porque esta fuerza que trae Filomena conlleva sus riesgos. Pero por otro lado es invevitable no querer ser protagonista de un momento tan único y bonito. Así que vamos a repasar los riesgos para evitarlos pero también ideas para, cuando se pueda salir, poder disfrutar de la nieve.