Hábitos para evitar las desventajas del teletrabajo, que estoy poniendo en práctica

desventajas del teletrabajo

Muchos ya llevamos un año teletrabajando. Bueno, los primeros meses, no se pueden contar como tal, porque como os comentaba en su momento en este artículo que me publicaron en el abc: “mas que teletrabajo, estamos llevando un extenuante ejercicio de multitarea”. Pero desde que volvieron los niños al cole, si podemos decir que estamos experimentando el teletrabajo de verdad.

En estos meses, ya todos hemos vivido las ventajas del teletrabajo: evitar desplazamientos -una gran ventaja sobre todo para los que viven muy lejos de su oficina- e idealmente con ese tiempo que ahorras poder aprovechar para hacer deporte u otra cosa que nos guste, tener algo más de flexibilidad para hacer alguna gestión al lado de casa que de otra manera se haría mucho más complicado, y poder comer en casa y, si coincidimos con otros miembros de la familia, hacer más vida en familia.

El teletrabajo por tanto tiene muchas cosas buenas pero también tiene su parte negativa. Estos meses hemos leído mucho cómo el teletrabajo puede hacer que trabajemos horarios más largos, que no podamos desconectar, la sensación de estar en una rueda de hámster siempre en el mismo sitio… y al final acabe generando más estrés. Sin contar con los gastos en fisio por las malas posturas al no tener un sitio bien habilitado en casa.

A mi, que además me está coincidiendo con una época de mucha carga de trabajo, estos últimos meses, he de reconocer que estoy viviendo bastante esa cara B del teletrabajo: recibo más mails y llamadas a deshora, el tiempo que gano por evitar los desplazamientos, lo utilizo para ponerme antes a empezar a sacar temas…

Por eso he hecho una parada para pensar. Esta forma de trabajar es nueva y, como tal, requiere de nuevos hábitos y también de una buena dosis de disciplina.

Os comparto los hábitos que estoy yo misma intentando poner en práctica para evitar las desventajas del teletrabajo y aprovechar sólo lo positivo:

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Aceptación y aprendizaje: mi receta para este año de incertidumbre

aceptación y aprendizaje

Cada día aprendo mucho de lo que yo misma intento enseñarles a mis hijos. Ser madre es convertirse automáticamente en maestra. Y a mi hija mayor, que se frustra cuando las cosas no salen tal cual ella tenía previsto o como a ella le gustaría, le digo:

“Isabel, cuando las cosas no salen como tú quieres, no se van a solucionar por enfadarse y llorar. Es mucho mejor para ti y vas a sufrir menos en la vida si 1) Intentas pensar una solución o alternativa; 2) Si no encuentras solución por ti misma, pides ayuda y; 3) Si no puedes solucionarlo tú sola ni con ayuda, entonces lo mejor es aceptarlo y aprender lo que se pueda de la situación.”

Y últimamente veo que esa estructura mental que he pensado para ayudarle a ella, me está sirviendo enormemente a mi. Y en estas estamos. Aceptando que esta pandemia es lo que nos ha tocado vivir, que queda para rato, que tenemos que tener cuidado, pero que no nos podemos quedar parados, que hay que seguir viviendo con esta situación, porque es la nuestra.

Y yo creo que se puede aprender mucho de este año, de lo bueno y de lo malo. Y para ello, hay que repasarlo con ojos críticos y pensar, de todo lo que ha venido, qué nos queremos quedar y qué no.

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Modo productividad ON-OFF

Modo productividad on-off

Llevo tiempo dándole vueltas a este tema y he decidido poner mis pensamientos por escrito y compartirlos con vosotros en este post. Ya sabéis que muchos fines de mes me gusta escribir mis reflexiones. Pues aquí van las de agosto.

En general, podríamos decir que en nuestra sociedad hay una búsqueda constante de la productividad. Es un concepto que viene de la economía y que según lo entiendo supone la relación que existe entre el rendimiento que se obtiene y los recursos que se destinan. Es decir, algo es más productivo cuando se consigue obtener más producto utilizando menos recursos.

Y ese concepto nos lo hemos llevado también al campo del desempeño personal. Se dice entonces que una persona es productiva o más productiva cuando es capaz de sacar más trabajo en las horas que le dedica.

Cada vez intentamos ser más productivos. Y está bien. Eso nos permite hacer más cosas. Reconozco que a mi personalmente me encanta diseñar sistemas y procesos que me permitan hacer mi trabajo o el de la gente de mi equipo más productivo. Y me siento bien los días que he sido capaz de sacar muchas cosas adelante. Me gusta ser más productiva. Y sinceramente, creo que la mayoría de los días lo soy. Tengo una importante capacidad de trabajo.

Pero, más allá de que llevado al extremo es peligroso (ya hablamos de ello en el post sobre la trampa de la productividad), en general, en mi día a día me encantaría tener un botón para poder apagar el modo productividad. Porque en cierto modo pienso que la productividad choca de lleno con el deleite. Con el hacer las cosas sólo por el placer de hacerlas sin querer llegar a ningún sitio, sin tener ningún objetivo marcado. Con una vida más pausada que de vez en cuando sienta tan bien. Sigue leyendo

Empezar a valorar a las personas con una nueva perspectiva

nuevas lentes para valorar a las personas desde otra perspectiva

El dinero es una herramienta útil en la sociedad. Nos sirve para intercambiar productos y servicios de forma muy muy sencilla.

Nos sirve también para tasar y por tanto comparar cosas. Pero el dinero tiene sus propias reglas que influyen en cuánto cuestan las cosas. Hay dos factores que influyen mucho en cómo el dinero tasa bienes o servicios:

  • La escasez y accesibilidad: las cosas menos disponibles o de más difícil acceso son las más caras y las más abundantes o accesibles las más baratas. Así por ejemplo las caballas en verano son muy baratas cuando yo las considero un manjar.
  • La capacidad de generar dinero: Todo aquello que es capaz de generar dinero, automáticamente se aprecia enormemente. El dinero llama al dinero. Y así, Cristiano Ronaldo gana cantidades ingentes de dinero, fundamentalmente porque luego genera cantidades aún mayores.

Por lo tanto el dinero en sus tasaciones tiene importantes sesgos. 

El problema es que el dinero es una parte tan intrínseca de nuestro día a día y de la forma que está estructurada la sociedad, tendemos a simplificar y solemos utilizar el dinero como vara de medir de casi todo sin tener en cuenta los sesgos. 

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5 Consejos prácticos para organizar la semana 

consejos para organizar la semana

Ya hablamos en su momento de cómo planificar la semana para que nosotros decidimos qué tareas hacer y dónde poner las energías. Así nos aseguramos de hacer cosas que trabajen en nuestras prioridades para ayudarnos a conseguir nuestros objetivos y no dejarnos arrastrar por dinámicas o agendas ajenas.

Hoy os traigo cinco consejos adicionales, más prácticos, para organizar la semana de manera que sepamos ser eficientes, hacer lo que nos proponemos y no sobre todo que tengamos el control de los tiempos y no vayamos a la carrera constantemente.

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