Después de los 9 meses de embarazo y teniendo ya un par de meses de vuelta a una cierta normalidad y tras haber consultado a muchas otras embarazadas, ya puedo hablar con cocimiento de causa de los expedientes X que misteriosamente tienen lugar durante los 9 maravillosos o largos -según a quien le preguntes- meses de espera.
Por los expedientes X del embarazo me refiero esos extraños sucesos que la revolución hormonal causa en nosotras. ¡¡Es brutal!!
Todas nos adentramos en el embarazo sabiendo que vamos a coger cien mil kilos, que aumentaremos de talla de sujetador, que muy probablemente tengamos nauseas o ardores, que andaremos con sueño todo el día, que también es muy posible que se nos hinchen las piernas y que pasemos calor y que igual se puede resentir el aparato digestivo y acabar con estreñimiento o incluso las sufridas hemorroides… Yo creo que para compensar todos estos regalitos se inventaron los antojos 🙂
Pero eso no es todo, un baby en tu cuerpo tiene muchos otros misteriosos efectos que no son tan conocidos. ¡Relax! Que no todos son malos. Ah, y por supuesto, no todos le pasan a todo el mundo. Puede ser que experimentes uno, tres, ninguno o los diez.
Los 10 expedientes X del embarazo
1. ¿Quién ha cambiado mi champú? Empiezo por uno de los efectos maravillosos que me aportó el embarazo: pelo limpio durante muchos días. Tengo el pelo extremadamente fino y, como sabréis las que también lo tengáis así, como además sea un poco graso, se ensucia con mirarlo. Este era mi caso. Me tenía que lavar el pelo todos los días o hacer grandes apaños de ingeniería capilar a base de champú seco y moños para aguantar un preciado día más. Pues durante el embarazo todo cambió por arte de magia y me he estado lavando el pelo cada tres o incluso en alguna ocasión cada cuatro días.
2. Ciao cera, maquinilla o silkepil: otra gozada sorpresa que ha traído el embarazo. Yo acostumbro a ir decentemente depilada todo el año pero es verdad que en invierno siempre se relaja una más. Claro que este año, yendo a clases de natación, no me podía relajar. Pero cual ha sido mi sorpresa que en vez de tenerme que repasar cada semana o diez días, como solía ser lo habitual en mí, hormonas de preñeti mediante, lo he tenido que hacer solamente cada tres semanas o una vez al mes. Ojalá se mantuviera así 😉
3. Piel de bebe: en mi adolescencia tuve acné y aunque no muy abundante también ya como adulta de vez en cuando me salían unos granitos por debajo de las mejillas. El embarazo los ha erradicado por completo y por ahora sigo así (cruzo los dedos mientras que escribo). De hecho, cuando fui a hacer la sesión de fotos para el artículo de Mujer Hoy el maquillador me pregunto si siempre había tenido la piel así de bien. Ya os podéis imaginar cómo me puse de contenta.
4. Extrañas erupciones: el otro lado de la moneda. No había tenido un herpes ni nada similar jamás y de repente, a los dos meses de embarazo se me instauró una bocera en la comisura derecha del labio que fue empeorando, mutando, hasta cambiando de comisura hasta que finalmente en el quinto mes se quitó. Resulta que con el embarazo se bajan las defensas, precisamente para que se pueda instalar el bebé sin que ataquen a ese cuerpo extraño y claro así es fácil coger cualquier cosa.
5. Draculina: así es, porque derepente se sangra más. A mí me dio por las encías, prácticamente cada vez que me lavaba los dientes me sangraban. Pero a otras amigas les ha pasado más bien con la nariz. No os asustéis. Es normal. Me dijo el médico que como aumenta la presión sanguínea suelen pasar esas cosas.
6. Mejor con gafas: Claramente mejor con gafas. Yo que siempre he sido de lentillas diarias y durante un montón de horas seguidas, con el embarazo no las aguantaba más allá de la ocho de la tarde. Cuando salíamos a cenar, venga a frotarme los ojos. Y la gente me decía, “claro, como estás embarazada, te caes de sueño” y de verdad que no, que era las lentillas me estaban matando.
7. Frenesí de latidos: Como lo oís. No os asustéis si notáis que vuestro corazón va más rápido. A parte de la emoción (jeje) es que aumenta la presión sanguinea y se hace más esfuerzo por el peso y por la energía de hacer crecer al bebé. Yo que ya de por sí soy un poco estresadilla, en el embarazo no bajaba de las 75 pulsaciones por minuto ni en reposo.
8. Cuéntame un cuento: Se habla mucho de la somnolencia que entra al estar embarazada pero no tanto del insomnio. A mi me afectó más lo segundo. Los últimos meses los pasé despertándome muchos días a horas intempestivas con los ojos como platos y sin poder volver a conciliar el sueño.
9. Orden por favor: Doy fé que el síndrome del nido -que te entra una necesidad imperiosa por tenerlo todo a punto y colocado para cuando llegue el bebé- es verdad. Yo misma me sorprendí una noche de esas de insomnio colocando a las 5:00 de la madrugada las bolsas de plástico de la cocina -sí, las de la compra, máxima prioridad. 😉
10. Tierra llamando a Rita. Por favor, conteste. No sé si es el efecto de la relaxina o la enorme vida interior que se tiene al estar constantemente pendiente de si el bebé se ha movido, de si el bebé tiene hipo, ahora parece que saca el codo por aquí… El caso es que las últimas semanas del embarazo se está un poco ajena del mundo exterior. Como consecuencia, se te olvidan las cosas y en general te estresas menos por todo… Una cuñada mía me decía que los últimos 20 días no se consideraba en condiciones para trabajar no porque se encontrara mal si no porque con el nivel de despiste que tenía no se fiaba de que no fuera a meter la pata hasta el fondo.
Estos son los Expedientes X del embarazo que he identificado. Las que habéis estado embarazadas o estáis ahora en proceso ¿habéis sentido alguno de estos? o quizá ¿experimentasteis algún otro? Me encantaría que me lo contaseis. ¡¡Seguro que son divertidísimos!!
Gracias por el post!!! Me quedo muuucho más tranquila al saber que no es que tenga locura transitoria jajaja.
Lo bueno es que es transitorio, jajajaj 🙂