Me imagino que esta Semana Santa con tan buen tiempo, muchos habréis recordado la promesa que nos hacíamos a finales de verano pasado –“para el año que viene, voy a estar estupendo/a”.
Claro, después de emplear prácticamente el mismo tiempo colocando estratégicamente el pareo para tapar la curva incómoda que disfrutando del momentazo de sol y playa, que nos vamos a decir… Pues señores, si queremos ser personas de palabra, más vale que nos pongamos con la faena porque a penas quedan 2 mesecillos para volver al desnudo estival.
Lo primero es ponerse un objetivo concreto. Yo me he propuesto adelgazar 3 kilos (esos que acumulo todos los inviernos), quitarme 3 ó 4 centímetros de cintura (que es donde se me acumulan todas las cañitas y hamburguesas) y conseguir llegar con la frente a la rodilla cuando hago el saludo al sol (estirarme bien es lo que alivia mis dolores de espalda). Lo segundo es diseñar un plan. Como dijo en su día Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito, y mi padre muchas veces me recuerda: “un objetivo sin un plan es solo un deseo”. He titulado mi plan: Operación pibón. Es como la clásica operación bikini pero mola más 😉
Para motivarse es mejor no pensar constantemente que se está haciendo un sacrificio. No sé muy bien por qué pero todo lo que se tilda de sacrificio o restricción automáticamente cuesta más. Por eso, aunque soy consciente de que va a requerir fuerza de voluntad, me lo tomo como un esfuerzo para estar más sana y sentirme mejor.
Creo que de cara al futuro es fundamental estar ágil, sano y en forma para tener más energía y menos problemas de salud. Enfocarme en eso y en lucir tipín en la playita me ayuda mucho más que pensar todo el rato en que estoy privándome de comiditas ricas, cervecitas, siestas y sesiones de tumbing… Si pienso en eso, imposible mantenerme fuerte.
Mi plan consiste en ir adoptando hábitos saludables poco a poco. Me he propuesto incluir un hábito cada semana para que no se me haga bola…
- Empezar por la hidratación y limpieza
- Comenzar con la tonificación
- Proponernos comer más sano
- Ponernos a tope con un poco de ejercicio cardio
- Y acabar con un poco de cuidados cosméticos.
Bueno, pues ya me diréis si os animáis con la Operación Pibón. Yo ya hoy en ayunas me he pesado, me he medido la cintura y he comprobado cuánto me falta para poder llegar con la palma al suelo para poder ir haciendo seguimiento de los progresos de mi plan. Por si queréis también vosotros hacer seguimiento, he preparado esta tabla que os podéis descargar aquí. Hay un campo para el nombre de quien lo hace, los objetivos que nos hemos propuesto y para ir haciendo seguimiento cada semana de si hemos cumplido con el hábito de esa semana. Cada tres semanas también hay un campo para apuntar los pesos y medidas y ver si estamos haciendo o no progresos con respecto al objetivo.
¡¡¡Vamooooos!!! ¡Que vamos a llegar estupendos al veranito!