No había oído hablar de Sophie hasta que mi primo me la trajo de Francia como regalo para la lentejita. Abrí el paquete: “mmmm, ¡qué mona! una jirafa de goma”. Pero me dijeron que no era un juguete cualquiera, que era una jirafa famosa así que me puse a investigar.
Leí que Sophie nació en París, el 25 de mayo, día de Santa Sofía, en el año 1961. El señor Rampeau la creó con una composición 100% natural, con caucho procedente de la savia de Hevea, un árbol tropical. Según decía toda la información que encontraba era un juguete ideal para los niños porque estimulaba sus 5 sentidos.
A mi Sophie me encantó desde el principio porque es una monada pero pensé que todos los beneficios que vendían eran exageraciones publicitarias. A primera vista, parecía un juguete muy sencillo y pensaba que esas motas desvaídas no iban a poder competir con los colores vivos del resto de los juguetes que esperaban ansiosos a que lentejita los mordisquearan y jugaran con ellos.
Pero después de un par de meses con ella y ahora que mi lenteja es ya más mayor, he de decir que Sophie le encanta. Todas las mañanas en el desayuno, Sophie le saluda y le pregunta qué tal ha pasado la noche. Hace unos ruidos con su bocinita que tiene incorporada y le regaña si se chupa el dedo. Lentejita se ríe mucho con Sophie e incluso cuando vamos de paseo y se enfada, Sophie consigue distraerla la mayoría de las veces.
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A raiz de tenerla, me empezado a fijar y es verdad que un montón de niños famosos pasean con Sophie a cuestas.
Parece que Sophie sigue triunfando… Esperemos que triunfe otros 50 años más.