Insolación: cómo evitarla y cómo actuar

insolación

Ya casi ha pasado el verano pero continúa el sol y el calor y sé que algunos seguís disfrutando de la playita. Por eso, aunque con un poco de retraso, hoy hablamos de la insolación: de cómo diferenciarla del golpe de calor y qué debes hacer si tu niño sufre una. Nos lo cuenta una vez más nuestra colaboradora Mariela Ghiggi, pediatra autora de la web Emergencia Infantiles.

Y es que sufrir una insolación en verano es relativamente habitual. Tengo grabada la imagen de mi hermano mayor tumbado en un sofá con cara de corderito degollado cuando teníamos unos 6 y 5 años y estábamos de veraneo en Almería. Nos pasamos todo un día entero jugando con los nuevos amiguitos de la urbanización y al día siguiente se tuvo que quedar en casa sin salir con un fiebrón en plenas vacaciones.

O, sin ir más lejos, yo hace un par de años, cuando todavía era aprendiz de veraneo del norte y estando en Asturias en una comida entre amigos, como no tenía calor me pasé todo el día al sol… Se me recalentó la cabeza totalmente y por la noche me encontraba bastante regular con nauseas y destemplada. Menos mal que en el Norte es más fácil refrescarse que en Almería y al día siguiente ya me encontraba mejor 😉

¿Qué es la insolación?

La insolación surge tras la prolongada exposición a un medio caluroso a causa de la cual se produce una importante deshidratación debida a la pérdida de líquidos por sudoración excesiva y a la insuficiente ingesta de líquidos.

¿Cómo identificar la insolación y cómo diferenciarla del golpe de calor?

  • Con la insolación la temperatura puede ser desde normal hasta alcanzar hasta los 39ºC en cambio con el golpe de calor acordaros que el niño podía alcanzar una temperatura de 41ºC o más;
  • La sudoración es abundante, y la piel está húmeda,fresca y pálida mientras que con el golpe de calor la piel se encuentra seca, caliente y roja;
  • El niño tiene sed y orina poco (solo una vez en las últimas 4 horas). La orina suele ser oscura (concentrada).
  • Puede sentirse débil, muy cansado y tener náuseas.
  • En ocasiones, pueden aparecen calambres de calor acompañando a la insolación. Son como agujetas en las piernas o en el abdomen.

¿Qué hacer ante una insolación?

Lo primero es llevar al niño a un lugar fresco y tratar de enfriarlo inmediatamente. Para enfriarlo, como recomendábamos para el golpe de calor, es aconsejable que vuelques grandes cantidades de agua fría o que lo sumerjas en agua hasta el cuello.

También puedes utilizar paños mojados y fríos. Cuando los paños se hayan calentado por el contacto con el cuerpo puedes exprimirlos y volver a colocar los paños en agua fría.

Como estará deshidratado, debes ofrecer al niño abundante agua. Las bebidas isotónicas también son una buena alternativa. Pero no son mejores que el agua y siempre es más fácil disponer de agua.

Por último, para el caso de que aparezcan calambres musculares por calor, puedes hacerle estiramientos, masajes y aplicación de hielo envuelto en un paño en los músculos doloridos.

hoja actuación insolación

Espero que con esta trilogía sobre el calor y cómo puede afectar a los niños, en la que hemos revisado los 8 consejos para afrontar el calor con niño, el golpe de calor y la insolación nos ayuden a todos a disfrutar mucho de las vacaciones evitando sustos por el sol y el calor. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *