Trujillo es la ciudad de origen de parte de mi familia y también el lugar en el que me casé. Guardo un montón de recuerdos maravillosos asociados a este lugar, así que no puedo ser del todo objetiva cuando hablo de él pero os diré que no soy sólo yo, todo el mundo que hace una vista a Trujillo, vuelve encantado.
Para los que no la conocéis, sólo unos pocos datos para que la ubiquéis: Trujillo es una pequeña población de Cáceres, Extremadura. Cuenta con unos 10.000 habitantes y se eleva en una colina de granito situada a 250 km. de Madrid, camino de Lisboa.
Es un importante emplazamiento histórico. Paseando por sus calles podréis ver muestras de épocas y estilos artísticos tan distintos como la alberca y el castillo de la época árabe (s X-XII d.C.) o la Iglesia de Santa María de estilo románico (siglo XIII).
Sin embargo, Trujillo es fundamentalmente una villa medieval. La mayor parte de sus monumentos son casas-palacio del s. XV y XVI, época de la conquista de América en la que la ciudad vivió su máximo esplendor. Trujillo fue cuna de grandes conquistadores como Francisco Pizarro, conquistador del Perú, y Francisco de Orellana, descubridor del río Amazonas.
Paseo por el centro histórico de Trujillo
Trujillo es una ciudad muy pequeña y manejable que es fácil de visitar y conocer. Eso sí, llevad calzado cómodo porque sus calles son empedradas y además al estar situada en lo alto de un berrocal, es empinado y tendréis que subir cuestas.
Hay muchísimos rincones, blasones y callejuelas para andar y disfrutar de Trujillo pero desde mi punto de vista, hay 5 cosas que no podéis dejar de ver:
La Plaza Mayor de Trujillo: Para mi, el símbolo de la ciudad. Es una plaza amplia y armónica con soportales, casas palacios, la iglesia de San Martín (donde me casé) y coronada con la famosa estatua de Pizarro. Fijaros especialmente en los hermosos balcones de esquina de las casas palacio, elemento arquitectónico típico de la ciudad.
La alberca: se duda de si su origen es romano, pero lo que está claro es que fue utilizada por los musulmanes para guardar y canalizar el agua de la ciudad.
La iglesia de Santa María: una preciosa iglesia de estilo románico aunque se fue completando en distintas épocas. Su estructura es muy equilibrada. Me encanta el color claro de la piedra que le da mucha luminosidad al interior. Merece la pena entrar. Es preciosa en su sencillez y esta sobriedad contrasta con un precioso retablo que encontramos detrás del altar.
El monasterio de San Francisco el Real de la Coria Un convento del sigo XV y XVI. Aunque restaurado, se ha mantenido una parte derruido y tiene un encanto especial. En la actualidad es la sede de la fundación Xavier de Salas Bosch con el fin de contribuir al desarrollo cultural y social de Extremadura e Iberoamérica.
El castillo y la muralla: Parada obligada. Sólo por las vistas de la ciudad y de toda la dehesa de alrededor merece la pena. Os recomiendo ir tranquilamente andando y explorando los rincones medievales, seguir la muralla, descubrir las puertas de la ciudad… En esta foto veis la torre de Santa María al fondo.
He creado un mapa en google maps que se llama Una escapada a Trujillo con todas las recomendaciones de este post. Los puntos históricos están señalados con un marcador azul.
Estos son los básicos que no os podéis perder pero si tenéis más tiempo, en la página web de Turismo de Trujillo detallan tres rutas muy interesantes: la ruta de los descubridores, la ruta de los balcones de esquina y la ruta de los conquistadores. También ofrecen visitas guiadas que son muy recomendadas para realmente empaparse de todo el componente histórico de la ciudad. Y porque como buena ciudad medieval a parte de empinada es por lo que es bastante fácil perderse en ella.
Comer y salir en Trujillo
Tenéis un montón de opciones para tomar algo en Trujillo y degustar los platos y raciones típicas.
La Alberca – La especialidad es la carne. Situado en la Villa, si hace bueno el patio es agradable. Buen trato. 20€ aprox.
Bizcocho Plaza – Uno de los mejores restaurantes de Trujillo. Buena calidad. 45€ aprox.
Corral del Rey– Está en la parte baja de la Plaza Mayor. También tiene terraza aunque sin vistas. Recomendable el menú. 20€
Mesón la Troya – Es un clásico de la ciudad. Seguramente el más conocido. Raciones y platos típicos.
Mesón Hueso – Comedor pequeño pero con un trato excelente. Muy recomendables los huevos fritos, pero también el resto de la carta. 15€ aprox.
El 7 de sillerías – Tanto para aperitivo, como comida, cena e incluso 1ª copa. Una idea renovada de la comida típica extremeña. 20€
Aunque todos están a una distancia muy manejable, los he situado también en el mapa para que podáis optar por uno o por otro en función de dónde estéis. Para tomar un café podéis parar a conocer el Palacio de Santa Marta, el Parador o el Izán, hoteles con cafeterías muy agradables.
La noche Trujillana es muy divertida. Aquí si que no soy imparcial, porque yo me lo he pasado genial saliendo por Trujillo cuando era más joven. Pero en cualquier caso, sorprende así que aprovecho también para recomendaros sitios para salir (los he incluido también en el mapa):
La abadía. Para mi, el lugar para salir de referencia. Básicamente porque no te imaginas que pueda haber un local así. Es, como su nombre indica, una antigua abadía. Tiene paredes en ladrillo visto y arcos preciosos pero sobre todo, con buen tiempo, destaca la terraza y el espectacular jardín con vistas al castillo iluminado.
Patio de Baco: Perfecto para cañas y copas. Tiene un pequeño patio.Yo no he ido todavía pero mis primos sí y me lo recomiendan.
Otros planes en Trujillo: naturaleza y gastronomía
Para disfrutar de la naturaleza, os recomiendo que reservéis una tarde para hacer una visita a Monfrague, a menos de 50 km. de Trujillo. El parque nacional de Monfrague ha sido declarado reserva de la biosfera por la UNESCO. Tiene unas vistas panorámicas espectaculares y es un lugar privilegiado para observar aves como las cigüeñas negras, buitres, búho real, alimoches y águilas imperiales.
En la comarca podéis encontrar muchas otras rutas para disfrutar de la naturaleza. En general, es una región muy conocida para observar aves. Tenéis mucha información al respecto en esta página de la Junta.
También Trujillo es un lugar perfecto para los amantes de la gastronomía. ¿Os suenan las bodegas Habla? Seguro que a muchos sí, por sus vino Habla del Silencio. Pues están a pocos kilómetros de Trujillo y si lo organizáis con tiempo podéis hacer una visita a sus bodegas.
También es muy típico cuando se va a Trujillo, llevarse recuerdos de productos de la tierra. Os recomiendo dos tiendas:
El Anticuario: Para el que se quiera llevar algo de jamón, torta del casar o algún otro producto típico de la zona. Buena calidad. A la salida de Trujillo, fácil de aparcar. Abre el domingo.
Iberpro: Embutido extremeño propio muy bueno y muy bien de precio. Hay una tienda en el mismo Trujillo, y también en el km 240, donde está la fábrica tienen una tienda. Muy cómodo para parar de camino.
Cómo llegar a Trujillo
Trujillo está muy bien comunicado por carretera. Se encuentra en el kilómetro 250 de la A-5 (también tiene salida en el k 253). Por eso, lo ideal es ir en coche. Es un viaje cómodo y una carretera muy bonita, sobre todo en primavera. Si venís desde Madrid pasaréis por el castillo de Maqueda, de Oropesa y la sierra de Gredos os acompañará una buena parte de vuestro viaje.
La única cosa a tener en cuenta son los atascos. Mucha gente va por la carretera de Extremadura a Sevilla y a las playas de Huelva y Cadiz por lo que las operaciones retorno de Semana Santa y puentes largos son difíciles. Tenedlo en cuenta. Si volvéis en fin de semana intentar evitar llegar o pasar por Madrid hacia las 7:00 que es cuando peor se pone.
Dónde dormir en Trujillo
Como es una localidad muy visitada, cuenta con un montón de alojamiento bueno y bien de precio.
Eurostars Palacio de Santa Marta. Antes era un NH. Para mí el mejor situado, al lado de la plaza. Un palacio antiguo y bien restaurado. Podéis encontrar buenas ofertas de 70 € la habitación doble.
Hotel Izán. Está justo a la entrada del casco antiguo. Cómodo porque es más fácil aparcar. Es un antiguo convento del siglo XVI muy bien restaurado. Merece la pena pararse a por un café.
Parador de Trujillo. Ubicado en el antiguo convento de Santa Clara, también del siglo XVI. Es algo más caro que los anteriores pero es un valor seguro.
Posada Dos Orillas Más modesto que los anteriores pero muy tranquilo y cuidado. Tiene mucho encanto y está en el casco antiguo de la ciudad, cerca de la iglesia de Santa María.
Bueno y con esto, ya tenéis mucho que ver en esta maravillosa ciudad. ¡Espero que os guste!
Aprovecho para agradecer a mi prima y su marido por alguna de las fotos y sus recomendaciones. Ellos son los que realmente conocen bien Trujillo. ¡Mua!