Cuando pienso en los platos que más me apetecían para cenar cuando era pequeña siempre me acuerdo de una especie de flamenquines con pollo que os he enseñado algún día en Instagram y este sandwich con ventana, que es muy rico y además divertido porque cada uno tiene una técnica para comerlo 🙂 Los dos a mi madre le quedaban, ¡¡mmmm!!
Por eso, cuando desde Bimbo me escribieron para que pensara en alguna receta con sus panes, en seguida me vino esta a la cabeza.
Ingredientes del sandwich con ventana
Es una receta sencilla que se compone de ingredientes que gustan a todos:
- Jamón, que sea bueno y cortado en lonchitas muy finas para que no se le haga bola a los peques y porque a mi me gusta más más finito pero con doble capa. Luego te cuento.
- Queso, a mi con el que más me gustan los sandwiches de jamón y queso es con el tipo Havarti.
- Pan bimbo. Yo compro normalmente el Natural 100%. Me gusta este porque han conseguido desarrollar un pan que no contiene conservantes ni aditivos pero aún así dura fresco bastante tiempo. Está elaborado sólo con harina, agua, levadura, un poco de aceite de oliva y una pizca de sal. Ya está. La verdad es que me encanta que las grandes empresas dediquen recursos en investigar técnicas para ofrecer productos cada día más naturales. Si queréis más información del producto, la podéis encontrar aquí.
- Huevos
- Mantequilla
- Sal
- Unas gotitas de aceite de trufa si le queréis dar un toque diferente.
Preparación del sandwich con ventana
Lo primero que hay que hacer es tostar las dos rebanadas de pan bimbo. Pero no en tostadora, mejor en la sartén con un poco de mantequilla para que están más doraditas y ricas. Es importante que estén tostadas por los dos lados porque tienen que estar crujientes para poder hacer el agujero que será la “ventana del sandwich”.
Yo pongo a derretir mantequilla con fuego medio para que no se queme y pongo los dos panes a tostar por un lado. Cuando les voy a dar la vuelta, entonces meto el jamón y el queso entre medias para que se vaya calentando y derritiendo el queso .
Respecto a cómo colocar el jamón y el queso hay dos escuelas: aquellos que prefieren poner el queso en el pan y luego el jamón (y así el queso hace un poco de pegamento). Otros, preferimos incluir el queso dentro del jamón y luego cubrirlo, como si fuera una sábana. Queda como un sobrecito. Me gusta porque el queso se derrite dentro del jamón y queda más liquidito sin estar pegado al pan.
Yo suelo cortar tanto el jamón como el queso para que queden del mismo tamaño que la rebanada de pan. El extra de jamón me lo como y el queso lo meto dentro para que quede todavía más jugoso.
Después se hace la ventana a una de las rebanadas de pan bimbo tostado. Podéis utilizar un aro de los repostería o emplatar (si tenéis y es suficientemente pequeño) o una taza o un vaso pequeñito. Apretando fuerte y girando un poco hacia los lados debería ser suficiente pero si no, lo termináis de recortar con un cuchillo.
Por último, se hace el huevo a la plancha en la misma sartén que hayamos utilizado para tostar el pan. Se vuelve echar un poquito de mantequilla a fuego medio y cuando ya está derretida se echa el huevo.
Hay que dejarlo a fuego medio para que no se queme por abajo pero que le de tiempo a que se cuaje bien toda la clara. No hay nada peor que un huevo con moquillo.
Aquí tres trucos para que os salga perfect el huevo a la plancha:
- Es muy importante utilizar una sartén anti-adherente. Si no, el huevo se va a quedar pegado y será un destrozo.
- Es preferible cascar primero el huevo en una taza para poderlo echar despacito en la sartén. Así, como cae primero la clara, podéis calcular para que la yema quede en el centro.
- Si tenéis una espátula de silicona (para que no se pegue) podéis ir remetiendo la clara cuando se vaya esparciendo para que vaya quedando con forma cuadrada.
Por último, sazonarlo. Hay que echar un poquito de sal (a todo el huevo, no solo a la yema) y para los que quieran dar un toque unas gotitas de aceite de trufa quedan riquísimas.
Ojo, el aceite de trufa sólo se puede echar al final, no durante el cocinado. Si se calienta mucho pierde totalmente el aroma.
Ya está. Sólo queda disfrutarlo. Primero con la ventanita empezaremos a comer la yema de huevo. Y a partir de ahí, cada uno que ingenie cómo seguir.
¿Qué os parece? ¿Lo habíais probado antes?
¿Tenéis también algún plato que recordéis con cariño de vuestras cenas infantiles?
Este plato lo he disfrutado también en algunas cafeterías de Madrid, ¡buenísimo!!
La verdad es que sí, en algunos sitios se puede encontrar. ¡Me alegro de que te guste!
Me encanta esta receta, fácil, buena y con un toque divertido! Gracias!!
¡Qué bien! Me alegro mucho de que te guste. Seguro que todavía te gusta más el día que la pongas en práctica 🙂