Mayo es el mes de comuniones por excelencia, así que me imagino que muchos de vosotros ya estaréis con los preparativos de alguna como padre o madre, o como asistente. Es un día muy bonito. Yo me acuerdo perfectamente de la mía: desde la espera en los bancos de la iglesia con los compañeros de clase, el momento exacto de la primera comunión, las peticiones que hicimos, la merienda cena en la terraza en casa de mis padres, jugar al tulipán con mis primos…