A estas alturas me atrevería a afirmar que no hay nadie de nuestro entorno que no conozca los beneficios de la lactancia materna.
Mamar es beneficiosa para el bebé porque la leche materna promueve el desarrollo sensorial y cognitivo y protege al bebé de enfermedades infecciosas y crónicas. También reduce la mortalidad infantil por enfermedades de la infancia, como la diarrea o la neumonía, y favorece un pronto restablecimiento en caso de enfermedad.