He vivido muchos finales de colegio, la mayoría en primera persona y a penas dos como madre. Y este ha sido sin duda uno que recordaremos siempre. Un fin de curso muy atípico, cargado de emoción -porque los últimos meses han sido intensos y de mucha incertidumbre- y sin un final claro, sin poder realmente decir adiós de verdad -de mirarse a los ojos y darse un abrazo mientras que se desea el mejor verano.
Uno de los principales aprendizajes de esta crisis del coronavirus, es la enorme capacidad de adaptación que tenemos. Cuando cerraron los coles pensamos que sería cuestión de semanas. En seguida se empezó a hablar que hasta después de Semana Santa seguro que no volveríamos. Luego se empezó a oír que quizá no se llegara a volver, que terminaríamos el cole en casa. El telecole durante todo un trimestre. Parecía imposible.
Pues lo hemos hecho. La verdad es que nos hemos ganado unas merecidas vacaciones.
El problema es que los padres, vamos a tener que seguir trabajando algunas semanas. Por lo menos, la mayoría. Y este año, no tenemos tantas opciones como otros años. Los campamentos no son tan accesibles este año – no no hay tantos y porque igual económicamente tampoco nos viene bien. También va a ser más complicado ir a la piscina -el que suela ir- porque estará más limitadas. Habrá que reservar con antelación, sólo se podrá estar un tiempo concreto, etc.
Muchos tendremos la suerte de poder salir, por fin, e irnos a los pueblos o casas con los abuelos. Este es nuestro caso, el lunes iremos con mis padres a Extremadura. Y allí los niños ya solo con los abuelos, el aire libre y el cambio de aires, estoy segura de que estarán mucho más entretenidos.
Aún así, los días son muy largos y hay muchas horas de calor. Por eso yo hles he comprado algunos cuadernos de actividades de verano. Como ya han cogido la dinámica de hacer sus tareas del cole en casa, he pensando que igual podemos conseguir que mantengan la rutina durante los ratos que haya que estar más tranquilos en casa.
Este año tenía claro que quería algo que no fuera similar a las fichas o ejercicios del cole. Que fuera más como un cuaderno más tipo de pasatiempos, con distintas actividades para pintar, colorear, recortar, sumar, etc. He estado preguntando entre mis grupos de amigas, a los dommusseros de Instagram y también he ido a consultar una librería que tienen una buena colección de libros infantiles. Aquí os dejo la selección:
Vacaciones. Juega y aprende de YOYO y Editorial Planeta. Tienen cuadernos de actividades de 3 a 6 años. Este lo he comprado yo ya porque es justo lo que estaba buscando. Un cuaderno atractivo, con divertidos dibujos y todo tipo de actividades de números y letras pero a través de juegos, de colorear, etc.
A parte de estos cuadernos específicamente pensados para las vacaciones, la editorial tiene otros muchos libros para colorear que también merecen mucho la pena.
Fichas para llevar a cualquier parte Como estas de Preguntas y Respuestas de Abremente. Tienen hasta 10 años. Me han recordado muchísimo a unos que tuvimos en mi casa de pequeña. Hubo años, cuando éramos muy pequeños, que hicimos largos viajes con mis padres en coche. Y recuerdo que teníamos uno similar, que podíamos llevar siempre encima y que nos mantenía largos ratos entretenidos.
También tienen otra colección de Desafios para niñas y niños de 2 a 12 años. 10 títulos, uno para cada edad, que contienen cientos de juegos: laberintos, diferencias, sombras, enigmas, entre otros. Además cuentan con datos curiosos y contenido extra para seguir jugando.
Cuadernos de Usborne. Tenemos algunos libros de esta editorial y me encantan. Y he descubierto dos libros que me parecen geniales: Primeros pasatiempos y juegos – son blocs de páginas arrancables que inlcuyen mulitud de pasatiempos y juegos variados para que los peques lo pasen genial a la vez que practican los números y la escritura y laberintos por el mundo, un libro para divertirse haciendo laberintos y superando retos a la vez que van aprendiendo geografía.
Actividades Montessori. Hay muchos cuadernos que ofrecen actividades Montessori. Una dommussera en instagram me recomendó los de Larousse y realmente creo que son una buena elección.
Los que más me han gustado son el Gran cuaderno Montessori para descubrir el mundo que contiene numerosas actividades variadas y progresivas dirigidas a niños y niñas de 3 a 6 años para descubrir el mundo que nos rodea a través de material recortable, para pegar o manipular; notas de «¿Sabías que…» para responder a la curiosidad de los niños y gran cantidad de consejos para profundizar en el descubrimiento del mundo.
También me ha parecido muy interesante el Cuaderno Montessori de experiencias en la playa y en el mar, para ayudarlos a descubrir la naturaleza que los rodea y estimular su aprendizaje. Gracias a este cuaderno, los más pequeños se familiarizarán con las letras y los sonidos, practicarán el grafismo y se iniciarán en la lectura, realizarán actividades manipulativas (corte, pegado), de montaje (tangram) y aprenderán a ordenar, dibujar, colorear y contar y abordarán creaciones reales relacionadas con actividades al aire libre, en un entorno propicio para muchos descubrimientos.
Superpegatinas. Y aunque no es un libro en sí de actividades, las pegatinas son siempre una buena opción para que estén un rato concentrados y practiquen sin darse cuenta, ejercicios de psicomotricidad fina.
La colección de superpegatinas me gusta mucho. Tienen cuadernos tematizados, como el cuerpo humano o animales del mundo, con bonitos dibujos que, a parte de entretenerles, les enseñan.
Para que lo tengáis más a mano, también tenéis ya en la home de vuestro dommuss un módulo con todas las recomendaciones.
Bueno, espero que os gusten y os ayuden estas ideas. Ya me contaréis si os hacéis con alguno de estos u otro que os guste y qué tal pasáis lo que queda de trabajo hasta que empecemos las vacaciones.
Ánimo, paciencia y buen humor. Que lo más difícil ya está hecho. ¡Seguimos!