Ayer fuimos a dar el primer paseo en busca de setas… Subimos a El Escorial y nos adentramos entre los senderos que hay en los pinares cercanos. La idea era coger níscalos, pero no hubo suerte. Eso sí, encontramos algunas otras setas que ya habréis visto los que seguís el blog en Instagram o Facebook.
En cualquier caso, la búsqueda era una buena excusa; lo que realmente me apetecía era dar un paseo por el monte, poder mirar a lo lejos y ver el horizonte y respirar aire libre. En ese sentido: misión cumplida. Además de airearnos y disfrutar con el olor a tierra mojada y resina, durante el paseo vimos infinitas piñas y cortezas… Me pareció que eran perfectas para preparar un centro de otoño y a la vuelta del paseo, paramos en un vivero para comprar alguna planta o flor para completarlo.
Nos llevamos Erica, o brezo como la conocemos la mayoría. Me encanta por el aire rústico y el color intenso pero apolvado que tiene y llevaba tiempo queriendo comprar alguna para casa. Los precios varían mucho: las he visto a 8 euros en algunas floristerías de Madrid y ayer las compré a 4 euros en un vivero de las afueras.
Cómo hacer el centro otoñal de brezo, piñas y corteza
Es muy fácil de montar. Nos ponemos a ello. Lo primero, secar y limpiar bien las piñas de la pinocha y la tierra queda entre las escamas.
Después, simplemente hay que hacer lo mismo con las cortezas…
Una vez que tenemos todos los elementos listos, sólo hay que buscar una bandeja o centro bonito y colocar las plantas de brezo. Rodear las plantas con las piñas y, por último, colocar las cortezas en los huecos libres para evitar que se vean las macetas.
Y tachán ¡un precioso centro para este otoño! Eso sí, no os olvidéis de regar el brezo, que si no, no dura nada 😉 Lo ideal es regarlo en pequeñas dosis pero con frecuencia. Unas tres veces a la semana.
¿Os animáis?