Como ya sabréis, este verano (del 4 de julio al 18 de agosto) la Comisión Europea abrió una consulta pública para recabar las opiniones de la ciudadanía europea, las partes interesadas y los Estados miembros acerca de la posible modificación de las actuales disposiciones sobre la hora de verano. La podéis leer aquí.
Francamente, yo en su momento no me enteré de que se abría esta consulta y podríamos votar. Me he enterado únicamente cuando ya se han publicado los resultados.
El cambio de horario es un tema que nos afecta mucho en el día a día, a nuestros horarios, a nuestra capacidad de conciliar nuestra vida profesional con la personal y familiar, incluso a nuestra forma de ser. Y estoy sorprendida de que se vaya a implementar un cambio y se esté generando poco análisis y debate. Por lo menos en mi entorno.
Creo que los medios deberían haber dado más importancia a la consulta (cuando se abrió) y que se debería estar haciendo un análisis más profundo al respecto. De hecho el 70% de las respuestas a la encuesta provienen de Alemania. Está claro que allí han debido hacer una llamada a la acción más potente.
En realidad hay tres cuestiones a considerar:
- Si es conveniente mantener el cambio de horario o dejar un horario fijo para todo el año.
- Si se opta por mantener un horario fijo, hay que decidir si es mejor mantener el horario de invierno o el de verano. Cada país podrá elegir qué horario decide mantener.
- En España, adicionalmente, se debate si deberíamos cambiar de huso horario (al de Canarias, Portugal y Reino Unido) para estar en el del meridiano de Greenwich que es el que nos correspondería geográficamente. Este punto lo dejo para otro día ya que creo que es mejor tomar las decisiones por separado para poderlas analizar cada punto con más profundidad.
Para ayudarnos a pensar qué opción nos puede, he realizado un análisis que nos puede ayudar a entender los efectos del cambio que se propone.
¿Es mejor continuar con el cambio de horario o mantener un horario fijo todo el año?
Como explica en hora.es, inicialmente, el cambio horario fue una medida que se adoptó por primera vez por algunos países en la primera guerra mundial con la finalidad de ahorrar combustible. Esta situación se repitió en 1973, durante la crisis del petróleo. Fue en ese momento cuando la mayoría de los países industrializados se unieron a esta medida. En España, el cambio de horario de verano se lleva adoptando desde 1974. En Europa se ha unificado desde 1984 (para sincronizar el cambio en el mismo día).
Esa primera razón de ahorro energético ahora no se ve tan clara y es por eso que se ha abierto el debate nuevamente y se han puesto otros argumentos encima de la mesa como la salud o la seguridad vial.
He montado una tabla recogiendo algunos de los argumentos más tenidos en cuenta en este debate, tanto a favor del cambio de hora como en contra para que nos sea más fácil analizarlos.
A FAVOR DEL CAMBIO DE HORA | EN CONTRA DEL CAMBIO DE HORA | Conclusión | |
Ahorro energético | Es la razón que más peso ha tenido históricamente para justificar el cambio de hora. El cambio horario tiene como fin reducir el consumo global de energía, haciendo coincidir el comienzo de la jornada laboral con las horas de luz. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el ahorro doméstico en iluminación desde el cambio de horario de Marzo al de Octubre puede ser de un 5%. | La U.E. nos dice que os estudios indican que el efecto global de ahorro de energía que se deriva de la hora de verano es marginal, a pesar de haber sido una de las principales justificaciones para su adopción. Los resultados también tienden a variar en función de factores como la localización geográfica. | Datos que varían en función del país y no son enormemente significativos. |
Salud | Se considera que la hora de verano genera efectos positivos vinculados el incremento de las actividades de ocio al aire libre. | El cambio horario afecta según los expertos al reloj biológico y puede provocar transtornos en el sueño especialmente en niños y ancianos. No obstante es algo temporal que se suele superar en 2 o 3 días. Algunos estudios cronobiológicos parecen indicar que su impacto en lo biorritmos humanos podría ser más importante de lo que se suponía. | Los datos sobre los efectos globales en la salud (esto es, el saldo entre las repercusiones positivas y negativas) no son concluyentes. |
Seguridad vial | Se considera que el aumento de las horas de luz vespertina durante el verano tendría un efecto positivo en la seguridad vial. No hay datos concluyentes. | Se considera que en principio, la privación de sueño que conlleva el adelanto de la hora en primavera podría incrementar el riesgo de accidentes. No hay datos concluyentes. | No hay estudios concluyentes |
Agricultura | Una hora extra de luz durante el verano puede ser una ventaja, ya que permite ampliar la jornada laboral para actividades de exterior, en tareas de labranza o recolección. | Tradicionalmente por la perturbación de los biorritmos animales y los cambios en las rutinas de ordeño como consecuencia del cambio de hora. La utilización de nuevos equipos, sistemas de iluminación artificial y tecnologías de automatización parece haber disipado la mayoría de estos problemas. | Hay pros y contras claros. |
Como veis, ninguno de estos argumentos es concluyente ni nos aportan mucha luz en el debate.
Me sorprende que en ningún caso se tengan en cuenta la adecuación a horarios laborarles más racionales para que podamos conciliar mejor.
Para poder comparar cómo son nuestros horarios actuales y cómo cambiarían si adaptáramos el horario de invierno como horario fijo para todo el año o por contra, nos quedáramos con el horario de verano para todo el año, he preparado una tabla.
He tomado tres provincias de España representativas del lado más meridional, del centro y del lado más septentrional de nuestro país. También he tomado el 1 de enero y el 30 de junio como fechas representativas de las horas de sol de invierno y de verano.
Los datos son de Astronomia.es, del Ministerio de Fomento.
Al final el dilema se da sobre todo en invierno porque mientras que en verano tenemos 15 horas de sol en invierno sólo tenemos 9 horas y 20 minutos. Por eso lo difícil es, cuando tenemos menos horas, decidir cuándo las preferimos.
¿Cuál es mi conclusión? ¿Qué nos ayudaría más a conciliar?
Pues os confesaré que yo era de las que sentían molestias y protestaban por el cambio de horario. En octubre porque de repente parece que caía el invierno de golpe y en marzo porque cuando ya empezaba a despertarme de día, volvía a ir al trabajo de noche otra vez. Además, cuando nuestra lentejita tenía un año y medio y empezó a dormir bien, cambiaron la hora y volvimos a la casilla de salida.
Así que he sido de las que muchas veces he pensado que este cambio no tenía sentido. Pero habiendo hecho este análisis y contemplando las alternativas reales que tenemos, ahora pienso que lo que tenemos hoy en día (el cambio en marzo y en septiembre) es una buena opción para poder conciliar.
El cambio de horario de verano nos permite tener unos horarios bastante alineados con una jornada laboral razonable.
Situación actual: Si tomamos como ejemplo de referencia Madrid, en la situación actual en invierno el sol sale a las 8:38 y se pone a las 17:59 lo que nos permite hacer un horario laboral de 8:00 a 16:30 o de 9:00 a 17:30 con media hora para comer y aún así disfrutar de algo de luz del día antes de llegar a casa. Además los niños salen del cole también de día, lo que también ayuda mucho a la dinámica familiar.
Ahora, con el cambio de hora, en verano sale el sol a las 6:48 y se pone a las 21:49, horario que claramente nos permite entrar de día a trabajar y disfrutar también de muchas horas de sol antes de irnos a dormir.
Si optáramos por el horario de verano todo el año, en invierno en Madrid amanecería a las 9:38, lo que hace muy difícil que los horarios laborarles se racionalicen y podamos empujar por un horario de 8:00 a 16:30 que nos ayudara a conciliar. No os quiero contar en Pontevedra. Si mantuviéramos el horario de verano todo el año, en invierno saldría el sol a las 10:04, lo que me parece totalmente incompatible con tener una jornada laboral eficiente y que acabe lo antes posible.
Si optáramos en cambio por el horario de invierno, en invierno estaríamos igual que ahora, que es la época más delicada porque es cuando tenemos menos horas de sol. En verano amanecería a las 5:48 y se haría de noche a las 20:49 en lugar. Francamente esto es igualmente compatible con un horario laborar racional pero nos quitaría parte de nuestro encanto y de nuestro disfrutar en verano con una hora menos por la noche.
Es verdad que este horario esto perjudicaría a las horas de quedarse en la playa en verano en Mallorca, y por tanto, podría afectar al turismo. En junio, en lugar de hacerse de nohe a las 21:21 como ahora, se haría de noche a las 20:21. En cualquier caso, aunque sea menos apetecible pero no me parece tan dramático como el caso anterior.
Por lo tanto cero que la opción que tenemos ahora es la mejor opción y si no, la segunda mejor opción es quedarnos con horario fijo de invierno.
Como cada país dentro de la Unión Europea deberá decidir qué horario conserva, creo que claramente en España deberíamos quedarnos con el de invierno.
¿Cuáles han sido los resultados de la encuesta europea?
Pues todo lo contrario. Os resumo los principales resultados (podéis ver el detalle aquí):
- La mayoría de los encuestados están a favor de abolir el cambio de horario que tenemos hoy en día (en marzo y en octubre) y quedarnos con un horario permanente todo el año.
- Los que optan por dejar sólo un horario lo hacen basándose fundamentalmente en temas de salud (43%) y en la falta de ahorro energético (20%). Los que abogan por mantener el cambio de horario lo hacen para poder mantener más actividades por la tarde (42%).
- Respecto a qué horario mantener, gana el horario de verano con un (56 %). El 36 % prefieren mantener el horario de invierno.
Es importante decir que ha sido un éxito en términos de participación. Han habido cerca de 4,6 millones de respuestas, de las cuales, más del 99% han venido de ciudadanos.
El problema es que las respuestas, a pesar de venir de todos los estados miembros, ha tenido ratios de respuesta por país muy diferentes. Concretamente, Alemania representa el 70% de todas las respuestas, por lo que tiene mucha influencia en el resultado final. España representa algo más del 1%.
Y ¿cómo lo veis vosotros? ¿Ha cambiado vuestra perspectiva con este análisis? ¿Os hubiera gustado votar?
Pues, si me preguntan a mi, yo quitaría el cambio de hora en octubre y marzo, puesto que sus efectos positivos al parecer son mínimos y volvería al huso horario que nos corresponde. De esta manera se equilibran las horas de luz en invierno y verano.
Y ya que estamos, invitaría a todas las empresas a ajustar sus jornadas laborales al estilo anglo, es decir de 9 a 17 con 30min para comer entre las 12 y las 13.30. Que cada una según su actividad ajuste el horario a lo que considere más favorable, tomando en cuenta la opinión de sus empleados.
El trabajo en remoto también debería ser una opción para muchos empleados, el caos de las horas punta se reduciría cosiderablemente y cada quien distribuiría su tiempo de la forma más conveniente sin dejar de ser productivos.
Hola Dulci:
Muchas gracias por comentar. Hay algo muy importante en lo que dices. Una vez que se tome la decisión lo importante es que se ajusten nuestros horarios a la misma.
Totalmente de acuerdo, ese horario para mi es el ideal. De hecho, todavía mejor si hubiese flexibilidad para entrar entre 8 y 9 y salir entre 16:00 y 17:00. Así un padre podría ir a llevar a los niños al cole y otros recojerlos.
Un saludo,
Rita
Esta muy bien si tenéis en mente una idílica jornada de 9 a 17, (o de 8 a 16), ya me diréis donde hay de esas, porque yo mayoritariamente las conozco de 9 a 19. Me parece que efectivamente el ahorro de energía es mínimo con el cambio horario (y nunca me ha quedado muy claro si era para las personas o para las empresas), personalmente creo que sería mejor quedarnos como estamos y alargar los días en verano sin tanta complicación.
En cualquier caso lo que tengo muy claro es que de elegir un horario me quedaba con el de verano. Desde las 9 de la mañana estas “encerrado” en una oficina con luz artificial durante la mayoría del invierno ¿que más te da si amanece a las 10? Lo que decís al final no es ir a horario anglosajón, es “vamos a cambiar la hora y luego engañarnos comiendo a las 12 en vez de a las 14, porque como hemos dejado la hora en la que amanece pronto, o adelantamos todas las actividades, o cuando llegue “la tarde” (entendiéndola como después de salir del trabajo) ya no quedaría día para disfrutar. En el fondo os gustan las “horas de sol” del horario de verano, pero preferis cambiar el número de la hora a la que se realiza la actividad
Hola ABB. Muchas gracias por participar el debate. Creo que el horario de 9 a 17 o algo parecido es el horario más razonable para poder conciliar y creo que como sociedad es el que deberíamos perseguir.
Por eso considero que tal y como lo tenemos ahora se adapta muy bien. Y de tener que quedarnos con un horario, deberíamos hacerlo con el de invierno.
No sólo afecta a las personas que trabajamos en oficinas, que nos da igual. Afecta también a los niños que tienen que levantarse para ir al colegio, a la gente que trabaja al aire libre, etc.
Efectivamente, como dices, en función del horario que quede, luego seguramente iremos adaptando nuestras costumbres. AL final lo más natural es seguir el ritmo del sol.
Un saludo,
Rita