Es totalmente verdad que cuando estás embarazada ves a un montón de embarazadas por todos lados… Pero, a parte de ese agravante psicológico, de verdad que en mi entorno estoy viviendo un auténtico baby-boom. Vamos, que nos vamos a pelear por las plazas de los colegios 🙂
El embarazo es toda una aventura, cada semana es distinta y es genial ver cómo todo tu cuerpo se transforma para hacer hueco al pequeñajo que se está gestando y como, mes a mes, ecografía a ecografía, patadita a patadita, cada vez forma más parte de la familia.
Una de las primeras decisiones importantes que hay que tomar como padre es el nombre del bebé. Y realmente, a mí, me impone. Es que va a ser su carta de presentación, una de sus señas de identidad para toda su vida… Es verdad que la persona hace mucho al nombre, pero aún así, quién no se plantea, ¿le gustará? ¿queda bien con el apellido? ¿habrá muchos o será un nombre singular?.
¿Cómo saber si el nombre del bebé es común o singular?
Para esta última pregunta, tengo la respuesta. Y otro día más acudo al INE, fuente inagotable de conocimiento sociológico español y, más concretamente, a su herramienta “Apellidos y nombre” que obtiene los datos de las estadísticas de nacimiento.
Gracias a esta herramienta podréis saber cuál es la frecuencia de un nombre en función de la provincia y de la década de nacimiento, por ejemplo. Y no está de más mirarlo porque te llevas sorpresas. Hay nombres que en nuestra época no eran muy comunes pero que ahora están de moda como Daniela, Carla, Claudia, Martina, Valeria, Noa, Nerea o Emma, que están entre los 30 más frecuentes de entre las niñas nacidad de 2010 a 2012. O Hugo, Mario o Izán en el caso de los niños. Y, la verdad, si no te mueves en un entorno niñero, no tienes por qué tener ni idea.
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Os dejo con este adelanto, pero si tenéis curiosidad, os recomiendo que no os dejéis de echar un vistazo. Nosotros ya hemos decidido el nuestro y aunque clásico, no debe estar de moda, porque no aparece entre los primeros 😉