A mí también me llegó el otro día el meme de “Que celebremos Halloween es como si en Wisconsin bajasen de romería por el Mississipi al Cristo de los Faroles”. Me pareció buenísimo y me partí de risa… Sobre todo porque yo he estado viviendo un año en Wisconsin y entonces podía visualizar la estampa con personajes reales… ¡¡muy cómica!!
Y es un poco verdad, la cultura y el cine americano y la globalización son fuerzas que parecen imparables. Y casi todos contribuimos a ello. Pero la verdad es que mientras que no se pierdan las tradiciones propias, ¿por qué no adoptar otras que como Halloween son divertidas y gustan tanto a los niños?… Digamos que competir con el día de todos los santos con los niños, es partida fácil 🙂
El año pasado ya organizamos una merienda temática para los sobris y este año teníamos ganas de más. Más allá de llenar la casa de girnaldas de calabaza y murciélagos, velas y telas de araña (¡qué paciencia tiene mi suegra!) el menú también queríamos adaptarlo a la ocasión.
Recetas divertidas para una merienda de Halloween:
Para inspirarme, recurrí a Juntines. Creo que no os he hablado nunca de esta web y es estupenda. Está dedicada exclusivamente a recomendar planes para niños, para casa, para fuera de casa o planes online. Y efectivamente encontré un montón de propuestas para nuestra merienda de Halloween. Nos decidimos por las siguientes:
Las salchimomias: Ya las habíamos preparado el año pasado y fueron un éxito. Son fáciles, ricas y quedan chulísimas. ¡Qué os parece cómo quedó la pira de salchimomias que preparamos!
Los huevos de araña. Buenísimos. En realidad son como huevos rellenos pero monos decorados. ¡La verdad es que nos quedaron genial!
Y, para las bebidas, los hielos sanginolientos con gusanos: Esto era novedad de este año. Compré colorante alimentario rojo y unas chuches tipo lombriz y ¡en 15 minutos listos!.
Estas son las ideas que a mi más me gustaron, pero hay muchas más. Os dejo también este post de Guía infantil con otras muchísimas ideas de recetas para Halloween.
¡Nos lo pasamos pipa! Eso sí, tampoco faltaron los buñuelos y huesos de santo.