Este verano, ¡cuidado con las picaduras!

PicadurasCasi todo lo que asociamos con el verano es apetecible: vacaciones, playa, familia, cenas al aire libre… Pero a los que ven el vaso medio vacío seguro que no se les olvida que esta época es también la preferida por insectos y animales marinos para dejar su particular huella en nosotros a través de sus picaduras.

Mosquitos, avispas, abejas, medusas, peces araña, erizos de mar… Casi todos hemos sufrido la picadura de alguno de ellos, y seguramente habrá sido en verano. Es entonces, con el calor, cuando suelen darse las plagas por las que media España acaba con picaduras. Y los niños, que son los que más tiempo pasan al aire libre, casi siempre son sus principales víctimas.

Hasta ahí, las malas noticias. Las buenas son que lo habitual es que las picaduras no vayan más allá de algo de dolor, hinchazón y molestias. Aún así, conviene estar preparado para ellas. Hablamos con nuestra colaboradora, la pediatra Mariela Ghiggi, de Emergencias Infantiles, para saber cómo actuar en caso de picaduras de insectos o animales marinos.

Mosquitos, avispas, abejas…

Tras la picadura de un insecto como el mosquito, la avispa o la abeja, el veneno es inyectado a través de la piel. Lo que ocurre a continuación es que puede desencadenar una intensa irritación o una reacción alérgica.

“La reacción habitual ante una picadura de insecto es dolor, picazón o hinchazón en el sitio de la picadura. Estos síntomas suelen desaparecer en un día. La mayoría de las picaduras de insectos no requieren de atención médica”, explica Ghiggi. “Sin embargo hay picaduras que conllevan una reacción alérgica grave, y muchos padres desconocen que su hijo es alérgico a un determinado insecto hasta el preciso momento en que sufre una picadura. A la reacción alérgica grave se le denomina “anafilaxia””, continúa.

En este último caso, a las lesiones urticarianas o hinchazón se pueden añadir otros síntomas como picazón de la boca o la garganta, hinchazón de labios o lengua, tos seca, ronquera, picazón en los ojos, falta de aire y silbidos en el pecho. Mientras que no es necesario acudir al médico en caso de que no haya reacción alérgica -tan solo es conveniente retirar el aguijón para que no continúe liberando veneno, lavar la zona y aplicar hielo o una bolsa de gel para reducir la hinchazón-, en caso de anafilaxia Mariela Ghiggi aconseja pedir ayuda para aplicar adrenalina.

Si ya se conocía la alergia del niño, además de avisar a docentes y cuidadores de su alergia, siempre hay que viajar con un kit de tratamiento de emergencias que consiste en una jeringuilla de auto inyección cargada de adrenalina. Para aplicarla hay que seguir los siguientes pasos:

  • Quitar el tapón de seguridad.

  • Coger la jeringuilla con adrenalina sin tocar ninguno de los extremos para que la aguja no se salga.

  • Pinchar con fuerza en el muslo con la aguja, a media altura entre la rodilla y la cadera. Se puede hacer a través de la ropa o sobre la piel desnuda.

  • Dejar el inyector aplicado durante al menos diez segundos.

  • Retirar la aguja tirando hacia arriba de la jeringuilla.

  • Apuntar la hora que administró la adrenalina -suelen pasar unos minutos hasta que el medicamento comience a hacer efecto-.

  • Comprobar si necesita maniobras de RCP.

Medusas, peces araña y erizos de mar

Los insectos pueden hacernos pasar algún que otro mal rato, pero lo cierto es que en verano los animales más temidos son las medusas. ¿Sabías que el 90% de las atenciones que Cruz Roja realiza en las playas están relacionadas con picaduras de medusas, peces araña o erizos de mar?

Si se da el caso de que a nuestro hijo le pique una medusa, la doctora Mariela Ghiggi recomienda no tocar la zona para que no se extienda el veneno, lavarla con agua salada, aplicar vinagre y extraer los tentáculos con una tarjeta de crédito o una pinza, pero siempre evitando entrar en contacto con el lugar afectado ya que pueden quedar tentáculos que nos dañen aún más.

Sin embargo, si lo que le ha picado es un pez araña lo más aconsejable es aplicar calor para apaciguar el intenso dolor. Tanto en uno como en otro caso nunca está de más acercarse a un puesto de la Cruz Roja para que vean la picadura.

En cuanto a las picaduras de los escorpiones marinos o erizos de mar, que suelen estar medio enterrados, lo más aconsejable es quitar las púas con unas pinzas, lavar la zona con agua salada y meter el pie en agua caliente. ¡Problema resuelto!

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